Mi pequeña gran mujer… quien se esta descubriendo, como el jardín mas bello descubre el florecer de un girasol. No te detengas por experiencias que puedan nublar tu corazón, no te detengas por pequeñas piedras que se cruzan en tu camino, estas son pruebas, etapas de la vida, para demostrarte la persona maravillosa que eres, la gran mujer que estaba escondida tras ese velo de niña. Cada paso que das, cada etapa que vas superando, te van dejando enseñanzas, van dejando cicatrices plasmadas en tu alma, las que no se borraran nunca más, no obstante, la idea es saberlas curar, y aprender por donde no pasar para no volverlas a abrir. Mi niña hermosa, estás en un proceso de cambio, el cual se ha ido dando paulatinamente, sembrando toda semilla de enseñanzas y experiencias en tu vida, pudiéndolos cosechar ahora, ya que todo ello están dando sus frutos. Sí, hoy es cuando te estas enfrentando a uno de los sentimientos más doloroso, ese que te pone un nudo en el estomago… y solo se pronuncian tus lagrimas recorriendo tu rostro… pero ellas… no son en vano, cada lagrima limpia tu alma y deja entrever los rayos de luz, que mostraran los matices mas lindos de tu corazón, porque así eres tu…. Como una mariposa, llena de colores, matices, movimientos, encantos, que enamoran a toda persona que es capaz de observarte. Amiga, estabas escondida en aquella oruga, viviendo a las sombras de todo, ahora es el momento q nazcas nuevamente, sufras tu metamorfosis y logres elevarte a lo mas alto del cielo… con tus alitas de colores, dejando tu estela deslumbrantes matices en tu volar.
No temas… abre tus alitas y vuela…
Deja caer esas lágrimas… limpia tu alma… para que puedas ver la maravilla que te espera.
Te quiero amiga. Eres la mejor de las lepidópteras… Andrea Liquitay.